lunes, 13 de enero de 2014

Propósitos de año nuevo, éxito o fracaso.

Después de las Navidades siempre nos planteamos “cumplir todas las metas pendientes” para crecer y sentirnos bien con nosotros mismos. Es la sensación de querer aprender, conseguir objetivos, hacer cambios y mejorar.

Muchos de los propósitos ya nos los hemos planteado otros años: adelgazar, apuntarme al gimansio (e ir), aprender inglés, comer mejor, ser más puntual…



Es importante diferenciar entre los propósitos que deberíamos cumplir y los propósitos que realmente queremos cumplir y que nos van a llenar. También es importante ser realista en cuanto a los que podemos cumplir. Tenemos un tiempo y una energía limitados, que no nos van a permitir cumplir todos los objetivos que nos planteemos a priori.

El cambio de año es un buen momento para plantearnos nuevas metas, pero de manera consciente. Si queremos abarcar demasiado, o en el fondo, las metas que debemos cumplir no son las que nos motivan, no vamos a conseguir llegar a ellas y probablemente, aparecerá una sensación de frustración, que puede desmotivarnos en nuestro día a día y volverse en nuestra contra.

Siempre los cambios son síntoma  de salud y autoestima pero, si realmente quieres conseguirlos en este nuevo año, ten en cuenta estas recomendaciones:


  • Date un tiempo para reflexionar sobre los objetivos que te planteas este año.
  • Una vez los tengas decididos, piensa si realmente los objetivos que quieres cumplir son por ti mismo o por cumplir las expectativas de los demás, descarta los segundos.
  • Intenta concretar los objetivos seleccionados, evitando generalizar. Utiliza comportamientos en vez de adjetivos para describirlos. Por ejemplo: cambia  “tengo que ser más puntual” por “me gustaría organizar mejor mi tiempo” y plantéate cómo hacerlo. Puedes organizar tu día al levantarte para aprovechar tu tiempo al máximo y ayudarte de una agenda.
  • Se realista. Elige uno o dos objetivos y prioriza en lo que te vaya a llenar más a nivel personal. Las cosas que nos suelen llenar más son aquellas que implicar aprender algo nuevo y que están relacionadas con nuestro tiempo de ocio o con una expectativa de mejora profesional. Por ejemplo: aprender a cocinar y disfrutar de la cocina con tu familia y amigos o hacer un curso que te abra una nueva puerta profesional.
  • Procura convertir tus propósitos en tu nuevo estilo de vida y disfrutar de cada momento del proceso. A veces nos centramos demasiado en la meta y no en el proceso, que es lo que tenemos aquí y ahora.

En definitiva no te propongas metas que ya sabes que no puedes cumplir y aprende a cuidarte y quererte a través de la consecución de tus objetivos, disfrutándolos, flexibilizándolos y compartiéndolos con tus seres queridos.

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