Muchas de vosotras pensaréis que es así
y, en parte, es cierto, pero ahora veremos qué hay de verdad en esta afirmación
y qué hay de mito.
Para conseguir el orgasmo, es
fundamental estar tranquilas con la pareja y conseguir dejarnos llevar sin
estar demasiado pendientes de lo que estamos haciendo. En relaciones
esporádicas de “una noche de pasión”, sí que se suele cumplir el mito de que la
mujer tarda más en llegar al orgasmo y llega menos; en concreto, la proporción
es de un tercio en comparación con los hombres.
¿Por qué ocurre así?
Es
importante tener en cuenta factores como que la pareja no se conoce a nivel
sexual y, por tanto, es difícil que el hombre sepa cómo le gusta a la mujer ser
estimulada. Además, al no conocerse demasiado y no haber confianza no suele
existir una comunicación eficaz que guíe al hombre a estimular a la mujer. Es
verdad que la mujer necesita, para excitarse, más caricias y besos en
diferentes puntos erógenos del cuerpo y por eso la excitación requiere más
tiempo que en el hombre, que utiliza sobre todo la vista para excitarse.
Pero si hablamos de relaciones de pareja
que funcionan bien es diferente. Si existe una buena conexión en la pareja,
puede ser que ambos lleguen al orgasmo en la misma medida o que la mujer llegue
antes al orgasmo que el hombre. Hay mujeres, por ejemplo, que consiguen llegar
varias veces al orgasmo durante una relación sexual antes de que el hombre
eyacule, las mujeres multiorgásmicas.
Lo importante en las relaciones de
pareja estables no es llegar antes o después al orgasmo sino tener una buena
satisfacción sexual consiguiendo mantener el interés sexual a lo largo del
tiempo. Y ojo con el mito de llegar a la vez al orgasmo ya que, como tal, no
debe ser un objetivo en la pareja, si pasa perfecto y sino también.
Un consejo para las “noches de pasión”:
pierde la vergüenza de decir lo que te gusta y verás cómo disfrutas mucho más!
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