Recomendación para leer este post: a la vez que lo lees pon esta canción o alguna otra que te guste mucho.
Haz 7 minutos de
ejercicio. El ejercicio tiene un profundo efecto sobre nuestra felicidad. También nos ayuda a salir del
estado depresivo en que a veces nos sumergimos. Además ayuda a relajarte y a
mejorar tu agilidad mental así como mejora la imagen que tienes sobre tu cuerpo,
aunque no pierdas peso.
Duerme más. El sueño
ayuda a descansar tanto el cuerpo como la mente. Además ayuda a que estemos
menos sensibles a las emociones negativas y que nos afecten menos. Dormir bien,
puede cambiar todo tu día ya que serás más productivo y estarás más contento.
Múdate cerca del
trabajo. Tener el trabajo más cerca nos hace más felices que tener una casa
más grande.
Pasa tiempo con tus
amigos y tu familia. Este es uno de los puntos más importantes. Pasar tiempo
con nuestros amigos y familia nos hace más felices porque recibimos apoyo y
comprensión de las personas cercanas. Además los amigos y la familia nos devuelven
una imagen de nosotros mismos muy positiva.
“Somos felices cuando tenemos familia, somos felices cuando tenemos
amigos y casi todo el resto de cosas que creemos que nos hace felices son
maneras de encontrar más amigos y más familia” Daniel Gilbert.
Sal de casa. Estar
fuera de casa en un día agradable, pasando tiempo al aire fresco, nos ayuda a
incrementar nuestra felicidad. Si es al lado del mar se incrementa la sensación
de bienestar. Lo ideal es, dar un paseo en un día templado, de no menos de 20
minutos, por un lugar que te resulte agradable.
Ayuda a otros. Pasar
tiempo ayudando a otras personas nos hace más felices que adquirir cosas nuevas
para nosotros mismos. Además ayuda a que tengas una imagen más positiva de ti
mismo y a socializarte con otras personas.
Sonríe. Sonreír
nos sume en un estado de ánimo positivo que hace que sonriamos más. Para conseguir
ese estado de ánimo, parecido a la felicidad, es muy importante acompañar a la
sonrisa de pensamientos positivos. Nos puede ayudar ver imágenes de las últimas
vacaciones, o imaginar que estamos en un sitio que nos genera tranquilidad, y
del que hemos disfrutado en el pasado. Por supuesto tienen que ser sonrisas “verdaderas”.
Planea un viaje. La
planificación de una escapada nos hace generar una expectativa positiva del
futuro a corto plazo. Empezamos a estar más felices desde el momento que
empezamos a planificarlo, y cuando llega, lo disfrutamos más que si compramos
un “pack” ya listo para viajar.
Medita. La
meditación es un hábito muy eficaz para aprender a mantener la calma, a focalizar
la atención y a aclarar nuestras ideas. También es muy eficaz para mejorar tu
felicidad. Después de meditar tenemos sensación de calma y aumenta nuestra
capacidad de empatía.
Se agradecido. Lo
puedes hacer compartiendo con un amigo 3 cosas buenas que te hayan ocurrido a
lo largo del día. Se agradecido también con las personas que te prestan ayuda y
mejorará tu estado de ánimo.
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